La ducha no es solo un lugar en el que lavarse, si no que es un buen sitio para jugar e intimar con tu pareja con la humedad y vuestros cuerpos desnudos podéis llenar esa estancia de sensualidad. Este escenario forma parte de la fantasía sexual de muchas personas pero no saben llevarlo a cabo sin que resulte incómodo.
Por un lado hay que tomar ciertas precauciones para evitar accidentes como, por ejemplo, tener una alfombra especial para ducha que no resbale. Esto mantendrá los pies firmes en el suelo y podréis experimentar distintas posturas sexuales.
Aunque el ambiente sea de lo más sensual, hay que evitar dejarse llevar por el erotismo en ciertos aspectos, como agarrarse a tubos, o puertas, ya que se podrán desprender. Lo mejor será realizar posturas sencillas como las que se describen a continuación.
1. Si puedes, introduce una silla en la ducha (si es que no tiene ya un escalón) que se pueda mojar y que soporte el peso de ambos. Con esta silla podréis practicar las dos versiones de una postura del kamasutra llamada Doma:
2. Si la higiene del baño está garantizada, él puede sentarse en el suelo realizando entre ambos la postura de la hamaca, el placer está garantizado.
3. Si la ducha es pequeña, podéis realizar la postura llamada la Sorpresa, ya que no se necesitan muebles de apoyo ni grandes espacios.
Por supuesto, antes de llevar a cabo estas posturas, podréis realizar una serie de juegos preliminares dentro de la ducha. Se puede empezar con unos masajes corporales muy sensuales que vayan caldeando el ambiente con lentos movimientos que se vayan acercando, poco a poco a las zonas más erógenas de vuestros cuerpos.
Una buena manera de estimular es el sexo oral con agua caliente (aunque no excesivamente caliente), uno de los dos mantiene el agua caliente en la boca por unos segundos y luego, ya sin el agua, practica sexo oral, lo que hará que la sensación sea tremendamente placentera debido a la temperatura.
Tras estos consejos ya estáis preparados para una fantástica sesión de sexo en la ducha ¿tenéis ganas?